El periodista Alejandro Bercovich dio su opinión sobre el polémico video de los policías de Chubut y los dichos del comisario Miguel Gómez, en el aire de Radio Con Vos, que consideró que "todos los piqueteros son delincuentes".
Bercovich resaltó que el caso "escandalizó un poco pero no pasó a gran cosa" y recordó que la policía de Chubut "ya le costó al Estado argentino una denuncia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2011 por la desaparición forzada de Iván Torres, que terminó con solo dos policías condenados e impunidad para la larga cadena de complicidades políticas, judiciales y de los grandes mandos oficiales".
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Al mismo tiempo, remarcó que estos actos son defendidos por el mismo jefe de policía "completamente en línea con el ministro de Seguridad Federico Massoni, que integra el gobierno más ineficaz de la Argentina, el de Mariano Arcioni. Recordemos que estuvo un año sin pagarle a los docentes, reprimió a quienes reclamaban por derechos ambientales y se oponían a la instalación de minas a cielo abierto. Una policía a imagen y semejanza de su gobierno".
Sin embargo, destacó que "no es solo Chubut", y recordó a la policía Tucumana que asesinó al peón rural Luis Espinoza, a la prefectura de Patricia Bullrich que mató por la espalda a Rafael Nahuel, la gendarmería que todavía está investigada por la muerte de Santiago Maldonado, la policía formoseña que golpea a los Quom y la bonaerense de Facundo Astudillo Castro.
"¿Es solamente la policía de Chubut? ¿Es solamente la policía o es la política también?", se cuestionó, ya que el canto "piquetero, ten cuidado, una noche muy oscura, a tu villa entraré", "propone hacernos cómplices, establecer un lazo, una continuidad, entre esa policía y el vecino de afuera de la villa que le termina pidiendo que trate a ese ciudadano como un delincuente".
"Nada de esto pasaría si el progresismo le hubiese encontrado la vuelta a la seguridad", destacó Bercovich, porque "ahí se asienta la legitimidad de los brutos o los rambos que quieren equiparar a ser pobre con ser delincuente. La ineficacia progresista va de la mano de una política profesional que se acostumbró a vivir del cargo, a dar congresos, declaraciones, con buenas intenciones pero sin ninguna solución. Ahí aparece en manodurismo".
"La lógica policial, se adueña de lo que sería un conflicto social no solo por acción del policía sino por una política que mira hacia otro lado -sentenció- Es fácil echarla la culpa solo al policía desde el progresismo. La culpa no es del chancho sino del que le da de comer".
