Ayer, sobre la calle Luzuriaga, en el barrio porteño de Barracas, dos policías de civil balearon de dos tiros, uno de ellos en la cabeza, a un joven futbolista de Barracas Central. Existen incongruencias entre los testimonios de la Policía y se sospecha que se trata de un caso de gatillo fácil.
Lucas González, de 17 años, jugador de la sexta división de Barracas Central, se encontraba a bordo de un Volkswagen Suran azul junto a otros tres compañeros que se fueron a probar al club. A cuatro cuadras de la cancha, los interceptó un Nissan Tiida con policías de civil de la Comisaría Vecinal 4C.
La versión que me dio la familia comienza a ser la predominante. (Gustavo Grabia)
Los efectivos se bajaron armados y, ante la posibilidad de que se trate de un asalto, los jóvenes trataron de huir y los acribillaron. González fue el único herido, que recibió un balazo en la cabeza que le produjo un “daño irreversible”. Inmediatamente fue trasladado al Hospital Penna, donde pelea por su vida.
“La primera versión que me dan desde la Policía Federal es que hubo un enfrentamiento, de hecho, es lo que anunció un cable de la agencia de noticias Télam. Empiezo a investigar y la segunda versión, que es la que tiene la Justicia, es que no hubo ningún enfrentamiento. Las vainas estaban solo de un lado”, relató el periodista Gustavo Grabia en Radio Con Vos.
El integrante de ¿Y Ahora, Quién Podrá Ayudarnos? destacó que “la versión que me dio la familia (la tercera) comienza a ser la predominante”. “Por lo pronto, la primera versión de la Policía, ya fue descartada”, agregó.
“Yo hubiese pensado lo mismo que pensaron estos chicos si me hubiese pasado a mí: Si se me cruza un auto de civil y se bajan dos personas armadas sin uniforme, o entrego todo porque creo que me van a robar, o reaccionás, a veces, tratando de escapar”, señaló Grabia.
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Cintia López, la madre del joven herido, habló en el programa de radio y ratificó que los chicos pensaron que los iban a asaltar y, entonces, aceleraron. “Lucas está mal, el daño es irreversible. Lo único que me lo puede salvar es un milagro. Me destrozaron la vida”, contó.
“Esto no tiene que quedar en la nada. Fue gatillo fácil. Quiero que los que hicieron esto que paguen”, sentenció la madre.
Lorena Blanco, la abogada de los tres amigos que acompañaban al deportista al momento del confuso ataque perpetrado por los agentes porteños cerca de la villa 21-24, confirmó que Lucas tiene muerte cerebral.
