Si ponemos en el buscador de Google “conurbano”, uno de los primeros títulos que va a aparecer es: “fábrica de pobres y drogas”. El discurso mediático suele reproducir conceptos similares acerca de la amplia zona que rodea la Capital Federal y en la que no parece haber otra cosa que patrulleros, dealers y penumbras. Claro que todo eso existe, pero también allí hay gente que labura, festeja, se enamora y saca fotos.
Muchas de esas imágenes que retratan otra manera de observar la megaciudad van a parar a The Walking Conurban (TWC), la cuenta de Instagram que tiene unos 250 mil seguidores –y en Twitter más de 50 mil– y que invita a imaginar al "temido" Conurbano como “un paraíso post apocalíptico a metros del Obelisco”.
En las largas charlas de sobremesa, cuatro amigos de Berazategui se permitieron fantasear con la vida conurbanesca en términos de ficción: qué pasaría si hubiese un ataque extraterrestre, dónde sería. Con esa idea comenzaron a tomar fotos en fábricas abandonadas o en lugares con cierta estética que les llamaba la atención. Al principio se las compartían por whattsap o por mail, hasta que uno de ellos decidió ponerlas en Instagram a modo de back up.
En las largas charlas de sobremesa, cuatro amigos de Berazategui se permitieron fantasear con la vida conurbanesca en términos de ficción.
“Nosotros habitamos el conurbano, lo sufrimos y lo gozamos”, dijo Diego Flores, uno de los creadores de TWC, a Diario Con Vos y agregó: “esos escenarios, que están atravesados por cierta coyuntura histórica y sociocultural, es adonde uno vive y también adonde uno disfruta”. “Como en todos lados: uno hace lo que puede y eso puede devenir en paraíso”, definió.
Cuando el juego de cuatro pasó a ser de miles
Actualmente, a los creadores de TWC les llegan entre 20 y 50 fotos por día de colaboradores para publicar. Aseguran que el único criterio que tienen para la selección es que las imágenes no sean descalificadoras o hirientes. “Tratamos de no repetir, aunque el público se renueva”, reconoció Diego.
Pero ¿cómo fue que una cuenta que era solo para los amigos pasó a convertirse en una de las más populares de Instagram? “Primero empezamos a cuidar la calidad estética y nos dimos cuenta que se había expandido porque nos llegó la primera colaboración”, recordó Flores. Enseguida coincidieron en que iba a estar “buenísimo subir fotos de todos y todas”.
Después, la lógica de las redes hizo lo suyo: “al otro día de que Malena Pichot compartió la fachada de una casa, teníamos el doble de seguidores”, describió.
Hegemonía y significantes vacíos
Con el tiempo, los creadores de TWC también pudieron explicar conceptos como “hegemonía” y “significantes vacíos” para lograr tener una visión más completa sobre el conurbano. “Lo que intentamos hacer es poner en cuestión algunas características que no son visibles”, dijo Flores, licenciado en Comunicación, y recordó que hace poco un periodista habló de la “africanización del conurbano”. “Hay políticos que quieren gobernarlo y lo enuncian como una usina de delincuencia –observó–. Nosotros decimos que eso está y existe, pero igual que en gran parte del país”.
El fundador de TWC invitó a ir un poco más allá: “La asociación entre el Conurbano y la delincuencia es lineal, pero no es lineal el aporte que hace al PBI nacional, que es del 25%. ¿Por qué no se lo piensa como una zona de trabajadores y trabajadoras? Tiene que ver con que el discurso mediático de categorías estables funciona más”.
Las 8 Maravillas del Conurbano
Hace un par de meses, TWC convocó a un plebiscito “único y definitivo” para elegir las ocho maravillas del conurbano bonaerense. El resultado de la selección, “parcial e injusta, como son las democracias occidentales”, fueron unas geniales postales casi surrealistas.
Siempre me llamaron la atención las cosas que en el imaginario popular están separadas: un auto de alta gama en una calle de tierra con un caballo oliendo el parabrisas o una casa de un millón de dólares con un auto quemado y un perro arriba.
Flores contó que le mostraron las repercusiones del concurso, en el que participaron unas 125 mil personas, al gobernador de la provincia de Buenas Aires, Axel Kicillof. También fantasean con mandarlas a la UNESCO –aunque creen que esa misión es más difícil.
Las fotos preferidas de Diego fueron cambiando. En un momento sentía una “superatracción” por las construcciones arquitectónicas y los tanques, pero hay algo que siempre le llamó la atención: las cosas que en el imaginario popular están separadas, como “un auto de alta gama, en una calle de tierra con un caballo oliendo el parabrisas o una casa de un millón de dólares con un auto quemado y un perro arriba”, ejemplificó.
¿Cómo que Zona Norte no es Conurbano?
Cuál es la delimitación del conurbano es un debate recurrente entre los seguidores de la cuenta y, para poder saldarlo, desde TWC investigan y postean la info. Sin embargo aseguran que la usina de información más “copada” la obtienen gracias al “feedback con la gente”.
Diego analizó que la clásica creencia de que Zona Norte no pertenece al Conurbano se sostiene, básicamente, en “la idea de que el conurbano es pobre y con zanjas”. “Esas son las cosas que nos gusta poner en tensión”, agregó. Además, “la cumbia villera nació en zona norte”, recordó.
“Nosotros no queremos confrontar el conurbano versus la Capital. Ese es un discurso simplista”, según Flores. Tampoco se puede obviar que el presupuesto de la ciudad en relación a la cantidad de habitantes “es una locura” y que la provincia está subrepresentada en el Congreso con menos diputados de los que correspondería.
Primero llega la vida y después la ley
El crossover entre Pedro Saborido y TWC resultó inevitable: el guionista estaba publicando su libro Una Historia del Conurbano y durante la pandemia invitó a los creadores de la cuenta, que hablaban del mismo universo que él, a participar de vivos en Instagram. “Es supergeneroso con nosotros. Es una locura compartir charlas con él”, comentó Flores.
Saborido sobre TWC: "Sentí que desde distintos lugares estábamos mirando algo perecido".
Saborido le contó a Diario Con Vos que mientras escribía su libro descubrió la cuenta de TWC y sintió atracción por la recopilación que hacían, por "el punto de partida" que habían elegido para narrar la crónica sobre lo social, cultural e histórico. "Sentí que desde distintos lugares estábamos mirando algo perecido. Yo no los convoqué: nos acercamos", dijo.
El productor y TWC coinciden en algo: “al conurbano primero llega la vida y después, la ley”. Con esa máxima en mente, explican que esas leyes “también son culturales”. Ahí podría estar la clave para entender por qué una casa con una torre Eiffel en la entrada puede ser celebrada en el Conurbano y en Caballito, ser algo “bizarro o kitsch”.
