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Economía

La desigualdad de ingresos alcanzó su nivel más alto en los últimos 8 años

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El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó el último informe de la Evolución de la Distribución del Ingreso del primer trimestre del 2024 y los números reflejan que la desigualdad en Argentina se encuentra en su punto más alto de los últimos ocho años.

Según el coeficiente de Gini -la medición global utilizada para la desigualdad-, este índice fue del 0,467 en el primer trimestre del año, lo que implica la peor cifra desde 2016. El número representa un punto casi a la mitad en una escala que va del 0 (igualdad absoluta de los ingresos) al 1 (desigualdad absoluta de los ingresos).

El ingreso promedio per cápita del total de la población, que corresponde a 29.593.119 personas, alcanzó los $233.695, mientras que la mediana del ingreso per cápita fue de $155.000. El documento indica que respecto a los 31 aglomerados que formaron parte del relevamiento, la suma de ingresos para el total de la población fue de $6.915.757 millones.

“Analizado según la escala individual, el ingreso promedio del estrato bajo (deciles 1 a 4) fue de $122.529; el del estrato medio (deciles 5 a 8), de $327.862 y el del estrato alto (deciles 9 y 10), de $945.325. Los perceptores varones tuvieron un ingreso promedio de $429.741, mientras que el de las mujeres fue de $310.064″, detalla el informe.

Los datos del INDEC del primer trimestre de este año muestran que el 10% de la población de mayores ingresos pasó a acaparar el 35,4% de la riqueza versus el 33,8% un año atrás y un 31,9% en igual período de 2022. Ese mismo grupo tuvo ingresos 23 veces superiores al 10% más pobre, cuando en el primer trimestre de 2023 esa brecha había sido de 19 veces.

A la inversa, el 40% de los sectores de menores ingresos bajaron otro escalón del 14,4% al 13,4%. Así, en proporción a los ingresos totales, se sumaron a la pobreza nuevos sectores, en especial provenientes de la clase media asalariada y profesional.

Teniendo en cuenta la fuente de ingresos por hogar, el 76,8% corresponde a ingresos laborales mientras que el restante 23,2% son ingresos no laborales, como jubilaciones y pensiones, alquileres, cuotas de alimentos, subsidios o ayuda social del Estado. Respecto a la población ocupada, se registró un ingreso promedio de $350.593 y un ingreso medio de $260.000, equivalente al límite superior de ingresos de los individuos menos favorecidos del estrato medio (decil 5), bajo el cual se sitúa el 50% de las personas ocupadas.

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