La iglesia de la Virgen del Milagro de Caacupé, en Ciudad Evita, apuntó contra el Gobierno tras la crisis que se vivió por los alimentos guardados. En ese sentido, convocaron a una misa encabezada por el monseñor Oscar Ojea y señalaron: "En los comedores les arrancan la comida".
En la previa estaba en duda si la ceremonia tendría presencia militante. Pese a eso, los referentes de la Iglesia coincidieron en que "es una misa para unir, no para dividir". En ese sentido, aunque hubo algunas banderas de UTEP y el MTE, agrupaciones que responden a Juan Grabois, las autoridades de la iglesia pidieron que las descolgaran.
Durante su discurso, Ojea se centró en pasajes de la Biblia que referían a necesidades de alimentarse de la gente y al compromiso de la sociedad para ayudar al prójimo. Además, tiró un mensaje con tono casi político, pese a que no hizo menciones directas hacia nadie.
Previo a destacar el rol de las mujeres que trabajan en barrios populares, el monseñor sostuvo: "Cada uno sabe cuál es la responsabilidad que le toca". También aprovechó para tirar otra indirecta: "Yo también soy responsable de la necesidad del hermano, no me puedo lavar las manos".
"A veces la gente viene enojada a los barrios, a buscar comida. Ahora me arrancan la comida, la comida falta y tenemos que decir no hay más", agregó Ojea. "En una crisis, la solidaridad tiene que ser más grande, tenemos que aportar responsabilidad. No tenemos que tirar la comida, porque falta en muchos hogares, es un momento dificil, de necesidades", detalló.