Luego de 21 años, la Justicia desclasificó un informe secreto y confidencial de la SIDE del 2003 que afirma con detalles cómo Irán ordenó al Hezbollah del Líbano volar la sede de la AMIA en 1994. La información del docuemento fue chequeada dato por dato con la CIA y el Mossad de Israel antes de entregarlo en tribunales.
El llamado “informe Toma”, debido fue elaborado por el ex jefe de la SIDE (actualmente la Agencia Federal de Inteligencia, AFI) durante la gestión de Eduardo Duhalde, Miguel Ángel Toma, fue realizado con aportes del FBI y tenía el rótulo de secreto que se le quitó la semana pasada.
En el documento, titulado “Temática: AMIA, la conexión internacional. El esclarecimiento del atentado terrorista y la individualización de sus autores” se ampliaron más detalles sobre el rol del ex agregado cultural iraní Moshen Rabbani y sus contactos en Paraguay, Chile y Brasil para preparar el ataque terrorista, así como el paso por la Argentina del líder de la célula del Hezbollah, Samuel El Reda, para perpetrarlo.
El informe secreto afirma que el móvil del ataque perpetrado por el Hezbollah del Líbano fue la decisión del ex presidente Carlos Menem de suspender en 1991 un embarque de la empresa estatal INVAP de una planta piloto de purificación de uranio.
La semana pasada, el juez federal Ariel Lijo, a cargo de la causa, desclasificó el informe central, pero no los anexos documentales porque contiene nombre de informantes cuya vida peligraría de hacerlos públicos. El Informe de inteligencia fue entregado por Toma el 21 de enero de 2003 al entonces juez federal Juan José Galeano. Junto a anexos documentales de cada testimonio o prueba recabada que se mantiene aún en carácter de “secreto y confidencial”.
Un capítulo especial del informe secreto está dedicado a Rabbani quien se estableció en la Argentina en la década del ochenta para dedicarse a la importación de carnes, aunque en realidad su misión era buscar potenciales blancos israelíes y norteamericanos en el país. Además de su función en la embajada en Buenos Aires, Rabbani era el jefe regional de la Organización de Propaganda Islámica en América Latina.
El ex agregado cultural iraní reclutó varios estudiantes iraníes de medicina en Argentina y otras carreras para hacerlos trabajar en las empresas de cobertura y sumarlos a la difusión del islamismo shiita. Por ejemplo, “los hermanos Alahband”, dice, fueron los encargados de comprar los explosivos en Venezuela, llevarlos a Brasil en barco y traerlos desde Paraguay, por vía terrestre a la Argentina.