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Mundo

México y unas elecciones históricas

Principales candidatas en México

Hay altísimas probabilidades que el domingo suceda un hecho histórico: alrededor de 100 millones personas están habilitados para ir a votar y la gran mayoría de ellas va a votar a una mujer para que sea la próxima presidenta del país. Sería la primera vez que México tendría a una mujer en el máximo cargo. También se elige la totalidad de las dos Cámaras del Congreso Nacional.

Será Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena, el partido que gobierna y que lidera el actual presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), o la opositora Xóchitl Gálvez, quien representa una novedosa como sorpresiva alianza opositora. También hay otro candidato, que aparece tercero y lejos en las encuestas. Es Jorge Álvarez Máynez, que representa al Movimiento Ciudadano, de centroizquierda. Dependerá de quién logre convencer al electorado que es la mejor opción para continuar o para castigar al gobierno de AMLO. Como no hay segunda vuelta, el domingo se definirá todo, aunque sea por un voto: será entonces el día que marcará un antes y un después en la historia política de México.

Es cierto que hace tiempo las mujeres empezaron a tener protagonismo en la política mexicana. México es uno de los países en el que más se avanzó para promover los cupos y los principios de paridad. Ya hay muchas mujeres en el Congreso y en los últimos años empezaron a tener protagonismo también en cargos ejecutivos. Sheinbaum es quizás el mejor ejemplo: fue jefa de gobierno de la Ciudad de México, lugar que le dio una enorme visibilidad que la puso en camino de llegar a la presidencia de su país.

Se trata de una académica que milita en política desde los quince años. Su eslogan de campaña es “continuidad con cambio” para buscar el equilibrio justo entre garantizar que seguirán las políticas sociales exitosas de AMLO y diferenciarse de su padrino político en sus aspectos más polémicos, sobre todo su estilo autoritario. Son más las coincidencias con AMLO que las diferencias, tanto en lo ideológico como en la gestión.

La inseguridad es sin duda la deuda pendiente de la democracia mexicana en general y de AMLO en particular. Han pasado gobiernos y nadie ha mostrado resultados. La violencia ciudadana y política es un tema clave en el debate público mexicano y habrá que ver cómo influye ese tema en las elecciones del domingo.

Las encuestas dicen que lleva una ventaja cómoda, aunque se fue achicando en las últimas semanas. Los que no creen en las encuestas, con argumentos muy atendibles teniendo en cuenta que vienen fallado bastante, dicen que la sociedad está tan polarizada y dividida como activa, con ganas de participar y que eso no fue debidamente captado por los encuestadores. Como el voto no es obligatorio, en la oposición creen y esperan que muchos de aquellos que hoy dicen que no van a ir a votar, lo hagan para castigar al gobierno de AMLO.

AMLO mantendrá la centralidad

López Obrador está terminando su gobierno como lo empezó y lo atravesó: con excelentes índices de popularidad que hoy llegan al 60 por ciento. Morena, el partido que él creo hace más de diez años, hizo un trabajo territorial que le permitió llegar a millones de mexicanos con los programas de protección social que mejoraron su vida y que bajaron los niveles de pobreza. Puede mostrar también una estabilidad económica importante.

A AMLO se le crítica su tendencia autoritaria, “autocrática” dicen los más críticos. Utilizan como argumento dos decisiones: profundizar la militarización de la seguridad pública y el manoseo sobre el Instituto Nacional Electoral, el organismo que debe garantizar la transparencia del voto.

Si gana, Sheinbaum va a tener que convivir con un López Obrador que va a estar fuera de la presidencia pero que va a seguir siendo una figura central de la política mexicana. Olmeda cree que eso podría incomodar su gestión.

La oposición armó una alianza electoral inédita entre un partido de centro derecha, el PAN, uno de centro, el PRI, y otro de izquierda, el PRD, tres partidos que nunca estuvieron de acuerdo en prácticamente nada. Ahora todos estarán detrás de la candidatura de Gálvez. El rechazo a AMLO los unió.

El principal desafío de Gálvez es demostrar cómo hará, si llega al gobierno, para conformar a todas estas las expresiones políticas que la apoyan, que hasta hace muy poco claramente eran opositoras entre ellas. En términos argentinos, su problema va a ser además cómo hace para despegarse de la “casta”. Recordemos que el PRI gobernó México setenta años y el PAN doce. Nadie los separa de los problemas que atraviesa México, sobre todo la violencia, la desigualdad y la pobreza.

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