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Columnistas

Mujeres en la dictadura: tres libros para revitalizar la Memoria

Por Delfina Tremouilleres, editora de Feminacida

“La escritura es un ejercicio de la memoria”, dice Hebe Uhart y así lo entendieron escritoras mujeres que sufrieron el Terrorismo de Estado en primera persona y que, tiempo después, lo volcaron en libros y relatos. 

Las heridas y ausencias que dejó la última dictadura cívico militar eclesiástica en Argentina fortalecieron la necesidad de revitalizar constantemente la memoria y hacer llegar a las nuevas generaciones la historia reciente y la lucha que llevaron adelante las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Si la escritura es un ejercicio de memoria, la lectura también lo es. Frente a la clandestinidad que quiso borrarlo todo, el acercamiento a las experiencias de quienes sufrieron el Terrorismo de Estado en carne propia a través de libros es fundamental para reflexionar sobre lo sucedido. A 46 años del golpe, tres libros de autoras que dan cuenta de sus vivencias y recuerdos de esa época. 

Putas y guerrilleras

Después de extensas charlas personales en las que el tópico del “amor” en los centros clandestinos de detención se volvía protagonista, las periodistas Miriam Lewin y Olga Wornat decidieron llevar adelante la producción de Putas y guerrilleras, un libro editado por Editorial Planeta en donde investigan los crímenes sexuales cometidos por los represores durante la dictadura.

El título, que busca resignificar y reflexionar en torno al mote que los militares le adjudicaron a las militantes de ese entonces, muestra –ya desde la portada- que el cuerpo de la mujer fue doblemente sometido y que la violencia hacia ellas se encuadra también en estructuras profundamente patriarcales. 

Después de que Mirtha Legrand le preguntara un 24 de marzo y en televisión abierta si “salía” con el Tigre Acosta, jefe de un grupo de tareas, Lewin supo que tenía que trabajar sobre esa temática y desarmar los sentidos comunes que circularon desde ese entonces y tanto tiempo después.

“Como mujeres, la utilización de nuestros cuerpos o el deseo que despertamos en el otro como instrumento de manipulación o de salvación es condenable. No pasa lo mismo con los hombres”, señala Lewin en el libro. A partir de historias y una rigurosa investigación busca, junto a Wornat, desentrañar lo que sucede con ese interrogante y repensar cómo se ponían en juego los mandatos y la sexualidad en un espacio de total coerción y violencia. 

En su última edición se incluyó un prólogo de la antropóloga, investigadora y escritora feminista Rita Segato. No es casual: hay estructuras machistas y entrecruzamientos complejos que hacen que sea necesario un análisis desde la perspectiva de género para revisar lo sucedido. 

Así lo explica Wornat en la introducción, quien da cuenta de las dificultades que implicó hacer el libro porque aún hoy sigue siendo un tema tabú en la militancia política y por las estructuras machistas con las que se rige la sociedad.

 “Este libro no está escrito con sentimientos de venganza, morbo o masoquismo. Son historias de mujeres que pasaron por el infierno más atroz de los campos de concentración de la dictadura militar y sobrevivieron. Todas fueron víctimas de abusos sexuales o mantuvieron relaciones tortuosas con sus victimarios y durante mucho tiempo –y aún hoy- y desde distintos ángulos –mayoritariamente masculinos-, se las trató de ‘traidoras’, ‘quebradas’, y se definió a estas relaciones como ‘amorosas’”, señala la autora.

Miriam Lewin y Olga Wornat son periodistas de investigación y ambas fueron militantes de la izquierda peronista en los ’70. Lewin pasó por dos centros clandestinos de detención y Wornat vivió en la clandestinidad durante varios años

Diario de una princesa montonera – 100% verdad

Mariana Eva Pérez nació en 1977 y, cuando tenía 15 meses, la dictadura cívico militar secuestró a su papá y su mamá, militantes de Montoneros. Es nieta de Rosa Roisinblit, una de las históricas de Abuelas de Plaza de Mayo y quien se convirtió en vicepresidenta de esa asociación, y emprendió la búsqueda de su hermano, Guillermo, nacido en cautiverio.

Con esa historia sobre la espalda, Mariana quiso canalizar el dolor a través de la escritura y empezó a hacer un blog. Pero no cualquiera: quiso romper con los discursos solemnizados y cerrados que muchas veces atraviesan la temática de los derechos humanos y probó hacerlo desde el humor negro y la coloquialidad, buscando nuevo sentidos para repensar lo que ella misma atravesó y dejó una marca importante en la historia argentina.

En su última reedición, por Editorial Planeta, no sólo rescata sus memorias de la infancia y adolescencia y los interrogantes que ella misma se hace en torno a ser hija de desaparecidxs, sino que también incluye un viaje a Berlín y su posterior regreso a Argentina para llevar adelante el juicio de lesa humanidad por la desaparición de su mamá y su papá. 

Sin dejar de lado las contradicciones, la ironía y las tensiones, Diario de una princesa montonera – 110% verdad es una invitación a mantener viva la memoria pero aportando nuevas narrativas sobre la temática. 

Aparecida

¿Cómo reconstruir el retrato de una madre y el vínculo con ella desde la ausencia? ¿Cómo repercute encontrar su cuerpo después de 35 años de búsqueda?

Aparecida, un libro de Marta Dillon publicado por Editorial Sudamericana, es la historia de la periodista –editora del suplemento Las 12- y su madre, Marta Taboada, militante del Frente Revolucionario 17 de octubre y secuestrada de su casa en octubre de 1976. 

En ese entonces Dillon tenía 10 años, por lo que la herramienta que utiliza para hilvanar su relato es narrar a partir de objetos, emociones y recuerdos que tiene de su mamá y de su infancia.

El libro conjuga los géneros de la investigación, la biografía, el diario íntimo y la poesía y parte de un punto de inflexión clave: el llamado del Equipo Argentino de Antropología Forense en 2010 en el que le avisaron que habían encontrado los restos de su madre. 

“Buscar es una palabra peliaguda cuando se trata de desaparecidos, porque a decir verdad no está claro que los busquemos a ellos, a ella en mi caso. Lo que se busca es un material residual, el sedimento de su vida antes y después de convertirse en esa entelequia que no es, que no está, que no existe”, afirma la autora al mismo tiempo que desgrana la exhaustiva búsqueda que transitó para encontrar el cuerpo de su madre.

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