El Gobierno cerró desde hoy los registros para nuevas exportaciones "hasta nuevo aviso", con lo que bloqueó las ventas al exterior de aceite y harina de soja. Esta señal que se interpreta como un anticipo del aumento de retenciones.
Una resolución con fecha de este domingo 13 de marzo y con la firma de subsecretario de Mercados Agropecuarios del Ministerio de Agricultura Javier Preciado Patiño, menciona que “habiendo recibido las correspondientes instrucciones del señor Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca”, la subsecretaría “pone en conocimiento del Sector Exportador” que la exportación de un grupo de productos agropecuarios “quedará suspendida a todos sus efectos”.
La suba de retenciones, indican, se establecería oficialmente mañana en el Boletín Oficial. El aceite y la harina de soja tributan 31% y pasarían a pagar 33% como rige para el grano de soja, según los topes establecidos por ley. El Gobierno de Alberto Fernández ya había aumentado las retenciones desde cerca de 26% a 33% para los productos agropecuarios salvo aceite, harina o pellets de soja, que había establecido con un porcentaje diferencial de 31 por ciento.
Argentina exporta un 52% del total de aceite de soja a nivel mundial y un 35% de la harina. En ambos productos es el principal país del mundo en ventas.
La respuesta de los exportadores
En los últimos días, la Mesa de Enlace rechazó cualquier intención de aumento, así como también cualquier otra intervención distorsiva en los mercados y anticipó “que no hay ningún margen para que sigan expoliando a los productores”.
Por su parte, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) respondió a la decisión del gobierno de cerrar las ventas al exterior.
A través de su cuenta de Twitter, expresaron: "El Gobierno cerró el registro de exportación de aceite, harina de soja porque la decisión del ministro Guzmán es subir en dos puntos las retenciones al complejo agroindustrial”. Y recalcaron: “Es totalmente contrario al interés exportador de la Argentina. Además de ser ilegal, va a afectar el ingreso de divisas y el empleo en el cordón agroindustrial. Pone fin a los fideicomisos de maíz, trigo y aceite, puesto que cambia las condiciones de comercio exterior”.
