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Columnistas

Tu discurso es el patriarcado, muñeca

Viviana Canosa

Por Feminacida

Viviana Canosa abre su programa con indignación, elige alguna tendencia en Twitter y da paso a la polémica. La performance se repite y el acting se perfecciona cada vez más. Esta semana, durante el #8M, su blanco fueron -una vez más- los feminismos.

Desde el debate por la legalización del aborto, la conductora libró una batalla sin retorno contra las mujeres y disidencias que pelean por más derechos, además de sumarse a tendencias anti ciencia, pro- fakes news y demás corrientes liberales.

Esta vez, su enojo era por el paro y movilización internacional de lo que ella llamó “el día de la mujer verde”. “Le pregunto a las chicas qué es patriarcado para ustedes, muñecas. ¿Es un padre ausente? ¿Es un hermano que les hizo bullying? ¿Es un pibe que en el secundario no les dio bola? ¿En la universidad no se las garcharon? ¿Qué es para ustedes el famoso patriarcado?”, desafió la conductora.

Para empezar, Vivi, no: no es un problema puntual basado en rencores, como tus interrogantes -también misóginos- plantean. Es un sistema estructural que sostiene privilegios para algunos -los varones y, sobre todo, los blancos hetero-cis- en detrimiento de los derechos de otres, las mujeres y disidencias.

Vivi, no: no es un problema puntual basado en rencores, como tus interrogantes -también misóginos- plantean.

Es probable que Canosa no quiera escuchar realmente una respuesta. Su juego es generar polémica, posicionarse como referente de un ala dura que lo conflictúa todo y buscar el siguiente enemigo de turno. Pero su pregunta da pie para volver una vez más sobre estas cuestiones y repensar de qué hablamos cuando hablamos de patriarcado.

¿Qué es el patriarcado?

Un hecho bastante contundente podría alcanzar para responder. En Argentina hay un femicidio cada 28 horas y, en lo que va del 2022, asesinaron a dos travestis y trans, de acuerdo a estadísticas del Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven.

Sin embargo, como se viene instalando desde los feminismos, el patriarcado es mucho más que eso. Ese hecho tan visible es sólo la punta del Iceberg de otras tantas violencias que, muchas veces, pasan desapercibidas.

El patriarcado, muñeca, es que tengas miedo al caminar sola de noche por la calle.

Opiniones sobre el cuerpo sin consentimiento; insultos, “chistes” o discursos -como los de la conductora- machistas; falta de participación en espacios de debate y de poder; y la complicidad y el silencio de los varones son tan solo algunos pocos micromachismos que se pueden enumerar. Y de estas acciones que vemos -o que intentamos visibilizar- día a día se desprenden distintas formas de violencia tipificadas en la Ley 26.486 Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres: la física, la psicológica, la sexual, la económica y la simbólica.

El patriarcado, muñeca, es que tengas miedo al caminar sola de noche por la calle. Que un grupo de varones crea que tiene la impunidad suficiente como para violarte -a plena luz del día o en una fiesta a oscuras-. Que no te crean cuando denuncias, o te culpen. Que te sexualicen desde la infancia y esa presión y comentarios sobre tu cuerpo nunca terminen. Que te corran de espacios o te silencien sólo por ser mujer. Que te discriminen por tu identidad de género o tu orientación sexual. Que no tengas total libertad para elegir. Que te violenten por salirte de la norma cis-heterosexual.

Antipandemia, pero en una burbuja

En el micromundo de Canosa, en el que se sienta cómodamente en su silla de TV y habla de imágenes que ve por una pantalla sin salir de su burbuja de privilegios, las mujeres militamos -y marchamos- “para no laburar”. Pedirle que mire el mundo a una persona que sólo quiere hacer de sus opiniones un show es una batalla perdida, así que traemos algunos números para refrescar la memoria.

“Las verdaderas feministas dieron su vida para poder trabajar. Y ustedes, ¿qué hacen? Faltan al laburo y van a la marcha. ¿Cuánto les pagamos? Ustedes usan el #8M para todo lo contrario que significa el #8M. Arruinan todo, rompen todo”, señaló la conductora ofuscada. Lo que se olvidó de chequear es que, según el INDEC, la tasa de desocupación de las mujeres es un 30% superior a la de los varones.

Así que no solo reclamamos empleo: reclamamos no estar más precarizadas y tener condiciones dignas y equitativas respecto a los varones. Aún somos las identidades feminizadas quienes sostenemos en un 90% las tareas de cuidado y ganamos un 30% menos que los hombres, según cifras del INDEC y el Observatorio de Políticas de Género respectivamente. Sin contar que, estando calificadas para esos puestos, no accedemos a cargos de jefatura por el famoso -aunque no para Vivi- techo de cristal.

Aún somos las identidades feminizadas quienes sostenemos en un 90% las tareas de cuidado y ganamos un 30% menos que los hombres.

“La verdad, les diría que empiecen por darse un baño, depilarse e irse a laburar. Vayan a laburar”, cierra Canosa. A las chicanas para la tribuna mejor responder con información. Trabajamos para que no haya más desigualdades. Para dejar de contar femicidios. Para que haya una aplicación efectiva de la Ley Micaela en todos los ámbitos y que, quienes ocupan un lugar en la Comunicación, lo hagan con responsabilidad. Para que exista un sistema nacional de cuidados y las mujeres ya no tengamos que cargar con una doble o triple jornada laboral. Para que se sancione una Ley Integral Trans que garantice la inclusión social y los derechos para esa población. Para que se cumpla de manera plena y efectiva la Ley de Educación Sexual Integral en las escuelas. Para que, como con la conquista de la legalización del aborto, sigamos abriendo caminos para elegir con mayor libertad y posibilidades.

Y tenemos que trabajar, también, para desarmar los discursos violentos que circulan en los medios. Porque en vez de show y miguitas de rating, preferimos militancia en las calles y ampliación de derechos.

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