Hoy se cumplen diez años de la Tragedia de Once, por la que murieron 52 personas y 780 resultaron heridas. En 2019, quien fuera jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Alberto Fernández, respaldó a la entonces presidenta.
“Fue una tragedia de alguien que conducía un tren, básicamente fue eso”, dijo el hoy Presidente de la Nación en una entrevista para Net TV y generó el repudio de los familiares de las víctimas.
“Pudo haber ocurrido que se desviaron fondos destinados a mantener esos trenes, puede ser. Es un tema muy complejo, pero fácticamente tuvo que ver con la conducción del tren”, añadió el peronista.
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Así, Alberto Fernández defendió la posición de Cristina Kirchner que apuntó contra el motorman, al que señalaron como responsable de la tragedia. Además, le quitó parte del peso de responsabilidad a los funcionarios que fueron investigados, procesados y, algunos de ellos, condenados.
Tal es el caso de los ex secretarios de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi; el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; y el ex dueño de Trenes de Buenos Aires (TBA), Claudio Cirigliano.
“Fernández sigue sin respetar los fallos judiciales”
Luego de las palabras de Fernández, los familiares de las víctimas de la Tragedia de Once emitieron un comunicado donde lo repudiaron y remarcaron que la Justicia había comprobado la responsabilidad de la corrupción política en el incidente.
“La Justicia probó en varias instancias que la corrupción enquistada en el gobierno que integró, lugar ideológico al que vuelve ‘con el rabo entre las piernas’, fue la principal responsable de la masacre del 22 de febrero de 2012”, redactaron.
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Además, los familiares señalaron que Fernández estaba en su momento en contra de Cristina y que ahora están “compartiendo fotos”, lo que “demuestra así su real naturaleza y pensamiento: siguen sin respetar los fallos judiciales y nada hace pensar que lo harán si regresan al poder”.
“'No puede ser que se hayan desviado fondos'. Eso es una realidad demostrada judicialmente y ajeno a toda duda. Está probado que los condenados lo hicieron. Está claro que el traje de encubridor de corruptos lo guardó solo unos años. Ahora se lo vuelve a probar y le queda perfecto”, sostuvieron y sentenciaron que los familiares “no nos olvidamos, no nos reconciliamos, no perdonamos”.
