El municipio General Pueyrredón prohibió hace años el ingreso con alcohol y parlantes grandes a las playas de Mar del Plata, pero eso no evita que las mismas escenas se produzcan todos los veranos. Cientos de jóvenes hacen colas frente a los balnearios, esperando ser revisados para ingresar, y entrando en una batalla de ingenios con el municipio para lograr pasar botellas de alcohol.

Durante la primera semana de enero, se incautaron nada menos que 2.450 litros de alcohol en los ingresos a los balnearios. Entre las botellas sustraídas por la Municipalidad hay vino, vodka, fernet, ginebra y cerveza, entre otras bebidas. El promedio diario es de entre 150 y 250 litros, aunque hay días donde la cantidad es mucho mayor. 

Diseñamos un esquema para trabajar en conjunto con los otros sectores, a fin de garantizar una estadía segura para los turistas que quieren divertirse y también para los vecinos que buscan tranquilidad". 

El control se realiza, de forma coordinada, entre distintos organismos públicos, que incluyen al Sedronar, el Observatorio Argentino de Drogas, y la policía local. Es el Operativo de Seguridad de General Pueyrredón, que busca armonizar la convivencia playera de los distintos grupos. Martín Ferlauto, subsecretario de Planificación y Control, explicó el objetivo a Infobae: "Diseñamos un esquema para trabajar en conjunto con los otros sectores, a fin de garantizar una estadía segura para los turistas que quieren divertirse y también para los vecinos que buscan tranquilidad".

Frente al operativo organizado por el estado, los jóvenes que quieren ingresar con alcohol deben decidir si permitir la inspección o, directamente, no pasar a la playa. Otros buscan la forma de eludir los controles y consumir en la arena.