Por Nacho Barrios
Un enemigo silencioso e imperceptible habita entre todos los porteños: el ruido. Tanto es así que en 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe que posicionaba a la Ciudad de Buenos Aires como la más ruidosa de Latinoamérica. Como si fuera poco, en una escala global, la Capital se posicionaba en cuarto lugar. Por encima, en este poco feliz escalafón, se encontraban Nueva York, Tokio y Nagasaki.
¿Cómo determinar los grandes niveles de ruido? La respuesta es simple. La unidad de medida que toman los profesionales de la salud y este tipo de estudios es la de los decibeles. La cantidad tolerable para una persona que goce de un buen estado de salud y no presente enfermedades preexistentes es de 55 decibeles. Sin embargo, en la "Ciudad de la Furia", estos números se quedan por demás cortos.
No hay ningún plan ni proyecto en marcha para disminuir efectivamente los grandes niveles de contaminación acústica en CABA.
Diario Con Vos salió de recorrida por el barrio más grande de CABA, Palermo. Allí, y en plena avenida Juan B. Justo, en su cruce con Córdoba, encontramos volúmenes que estaban muy por encima de lo aconsejado por la OMS y el propio Ministerio de Salud de la Nación.
Medidas que oscilaban entre los 70 y los 90 decibeles irrumpían en la acústica de un paisaje moldeado en cemento. Los camiones, colectivos y motos, eran solo una parte de este coctel explosivo para los tímpanos de los transeúntes palermitanos.
¿Qué dicen las autoridades porteñas?
Desde la Agencia de Protección Ambiental (APRA), que depende de la Secretaria de Ambiente de la ciudad, precisaron a Diario Con Vos que "la Ciudad cuenta con normativa propia en materia de ruido. Se trata de la Ley Nº 1540 cuyo fin es prevenir, controlar y corregir la Contaminación Acústica que afecta tanto a la salud de las personas como al medio ambiente".
Ni en el sitio web oficial ni en el número de teléfono (línea 147), teóricamente activo las 24 horas del día, respondieron a las inquietudes de este medio.
Pese a esto, no hay de momento ningún trabajo concreto puesto en marcha para disminuir efectivamente los grandes niveles de contaminación acústica en CABA. En contraposición, si hay un trabajo hecho por el Gobierno porteño en el que se identificaron cuáles son las actividades "más ruidosas":
- Tránsito automotor, ferroviario y aéreo.
- Obras en construcción (públicas o privadas).
- Eventos deportivos y culturales.
- Trascendencia de ruido proveniente de locales comerciales.
- Discotecas, lugares de esparcimiento, etc.
- Actividades Industriales, talleres, etc.
Sobre la participación ciudadana en materia de denuncias, APRA señaló que hay varias líneas activas y alternativas para dar cuenta de los ruidos molestos. Sin embargo, ni en el sitio web oficial ni en el número de teléfono (línea 147), teóricamente activo las 24 horas del día, respondieron a las inquietudes de este medio.
¿Qué puede pasarte si te exponés a altos niveles de ruido?
"La exposición a la que nos vemos expuestos puede dañar las células sensoriales del oído interno y producir lesiones auditivas de diferente gravedad", puede leerse en un documento presentado en 2019 por la OMS. Además, estar constantemente en un entorno ruidoso puede tener otras consecuencias tales como:
- Aumentar la sensación de estrés y de fatiga.
- Producir alteraciones en el sueño, si los ruidos se originan durante la noche.
- Causar dolor de cabeza y sensaciones desagradables como zumbidos o acúfenos (percepción de ruidos en la cabeza).
- Disminuir nuestro rendimiento y provocar falta de concentración.
- Producir sensación de vértigo o náuseas.
