La madre de Luciano Olivera, el joven de 16 años asesinado por la policía bonaerense en Miramar, habló en Mejor País Del Mundo sobre la situación que vivió en la madrugada del viernes.

Judith aseguró que tanto ella como su familia están destrozados. "Lo único que sé es que el asesino de mi hijo está preso, después hay tres desafectados y el comisario relevado, sigue trabajando en otra ciudad", dijo. Además, aseguró que al llegar fue ignorada por todos los policías cuando preguntaba lo que había pasado: "Llegué y deduje que había chocado porque estaba tirado, pero cuando empieza a aclarecer le veo la mancha de sangre en el pecho y descubro que tenía un tiro en el pecho". 

"Yo preguntaba que pasó y no me decían nada. Le decía que llamen una ambulancia y decían que ya iba a venir, pero era mentira. La ambulancia ya había ido pero como ni había nada que hacer se fueron", continuó el relato. Y agregó: "Yo lo descubro a la hora y media de estar ahí. Sino se descubría con la autopsia, o se cubría y pasaba como accidente de tránsito".

Maxi Gonzáles, que es el asesino, vivió toda la vida a la vuelta de mi casa. Albornoz es el típico que corre a los pibes acá en Miramar, que les pega. Y Mastrángelo era amiga mía de toda la vida", contó Judith sobre algunos de lo policías implicados.

Al pedir explicaciones, Judith contó que estaba lógicamente sobrepasada, por lo que pegaba patadas y manotazos. Sin embargo, en lugar de intentar calmarla de manera civilizada, "el comisario Edgardo Vulcano pidió que me esposen porque estaba agresiva".

En la misma línea, la madre de Luciano aseguró que los policías implicados desaparecieron rápidamente, y que no fue avisada por las autoridades, sino que fueron los amigos de su hijo quienes la llamaron: "Yo me levanto 4 y media para trabajar, me iba a ir y no me iba a enterar que mi hijo estaba muerto ahí. No se cuando ni que me iba a enterar".

Al ser consultada si conocía a los policías, Judith fue contundente: "Maxi Gonzáles, que es el asesino, vivió toda la vida a la vuelta de mi casa. Albornoz es el típico que corre a los pibes acá en Miramar, que les pega. Y Mastrángelo era amiga mía de toda la vida. No la quiero ni ver, hablé esa noche y me decía que no sabia nada. Una cínica, se me rió en la cara. Nadie se puso en el lugar de madre, de persona, de sacarse la ropa y decirme lo que pasó".

En este sentido, aseguró que su hijo "era un nene de 16 años que salía de una cena en el club. Después iban a una plaza para jugar a la pelota un rato más hasta la 1 o 2 de la mañana. Se fueron todos juntos y cuando los agarran los corren a todos. A Luciano lo corren y al doblar en una esquina había un móvil en contramano cruzado para que frene. Y cuando llega, Luciano baja la velocidad y le meten un tiro en el pecho".

La policía está acostumbrada a correr pibitos así para sacar una multa. Es una modalidad esto, es parte de ellos" .

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En relación a las autoridades provinciales, Judith contó que Sergio Berni estuvo en su casa: "Hasta ahora lo único que hicieron es hacerse cargo del sepelio el entierro y eso, nada más. El intendente se acercó el viernes y nada, palabras. En caso que ofrezcan plata no quiero nada, los quiero presos a los seis policías porque son tan culpables como el que disparó. Son todos cómplices". 

Para cerrar, aseguró que "la policía está acostumbrada a correr pibitos así para sacar una multa". "Es una modalidad esto, es parte de ellos", afirmó.