Romina Manguel abordó junto a Ernesto Tenembaum la polémica suscitada en torno a las denuncias de maltrato laboral hechas contra Antonio Laje por varias de sus compañeras de trabajo en el canal América.
"Hay una sutil diferencia- como si nosotras no nos diéramos cuenta- entre maltrato y exigencia", partió Manguel, "él (Laje) dice que es muy exigente, muy malhumorado, que quiere las cosas salgan perfecto y cuando no salen bien, se pone de culo".
Te puede interesar: Antonio Laje se defendió de las acusaciones en su contra: “No soy maltratador”
La periodista, que hoy reemplazó a Reynaldo Sietecase en La Inmensa Minoría, aseguró que el tema del maltrato excede a gritar o insultar. "Si vos me incorporás a tu programa... o a Jairo. Y lo tenés cuatro horas acá, no le das aire, le bajás el precio a su trabajo y da una opinión y hacés como que no la escuchaste. Eso es maltrato laboral. No solamente hay que asociar maltrato con gritar, con levantar la voz", dijo.
Y aseguró que la línea argumental de la defensa de Laje pone la presión sobre el criterio y/o la salud mental de las denunciantes, lo que le parece injusto. "Poner que las mujeres somos vulnerables y entonces no nos bancamos la presión. No es así. Sabemos perfectamente distinguir la exigencia de lo que es maltrato. Yo he laburado con tipos sumamente exigentes. Esto no es sólo con Laje o solamente América. Me parece que se empieza a destapar una olla que está buena", dijo.
Poner que las mujeres somos vulnerables y entonces no nos bancamos la presión. No es así. Sabemos perfectamente distinguir la exigencia de lo que es maltrato. Yo he laburado con tipos sumamente exigentes. Esto no es sólo con Laje o solamente América. Me parece que se empieza a destapar una olla que está buena".
Y llamó a tomar posicionamiento: "Te das cuenta cómo el silencio es cómplice, porque sos la loca, la que te terminás yendo. Las colegas mujeres se van por licencias psiquiátricas porque es el salvoconducto que conseguís cuando lo estás pasando muy mal".
Manguel, además, aseguró que estas prácticas son mucho más comunes de lo que se cree en los espacios de trabajo de los medios de comunicación. "Algunos parecen copados en los medios y vos decís, este tipo es un genial. A veces los tipos que parecen más chotos son los mejores compañeros. Te pongo dos ejemplos: Baby Echecopar y Eduardo Feinmann. Hay otros que se la llevan bien barata, que van a salir por la puerta grande y que son tremendos soretes", dijo.
Ante la pregunta de Ernesto Tenembaum si quería denunciar a alguien en particular, la periodista desistió. "No. La última vez que lo dije casi me quedo sin trabajo", dijo.
