Sergio Berni, ministro de Seguridad de Provincia de Buenos Aires, volvió a meterse en la polémica por sus declaraciones. Desde sus comienzos en el gabinete de Áxel Kicillof, el funcionario mostró sus claras diferencias con el Poder Ejecutivo y su expar en Nación, Sabina Frederic. Esta vez, se puso en el ojo de la tormenta por sus dichos sobre la pena de muerte.
En el marco de unos días álgidos para su gestión, a raíz de la muerte del kiosquero de Ramos Mejía y las sucesivas marchas para pedir justicia en el partido de La Matanza, Berni manifestó que "no le temblaría el pulso" a la hora de tener que aplicar la pena capital. Sin embargo, bajó el tono al garantizar que cuestiones técnicas que harían inviable su implementación.
En ese sentido el ministro apuntó contra la oposición, que recrudeció su postura sobre la inseguridad en el tramo final de la campaña. “Durante los cuatro años de Mauricio Macri hubo pena de muerte”, manifestó. Ante la sorpresa de su interlocutora -la periodista Romina Manguel-, explicó que el exmandatario firmó “un decreto para aplicar la Ley de Derribo”.
Berni y su discurso sobre la pena de muerte
“En ese marketing de la lucha contra el narcotráfico, la Ley de Derribo es una pena de muerte peor que la tradicional que conocemos de países como Estados Unidos donde hay un juicio previo y la posibilidad defensa, en esta caso no”, agregó, y preguntó: “¿Cuántos aviones derribaron? Ninguno”. “En Argentina hubo pena de muerte, la inventó Macri como parte del marketing pero hubo cero derribos”, hizo hincapié el hombre del kirchnerismo.
Acerca de su opinión sobre la pena de muerte, el ministro de Seguridad confió que "no le asusta" discutirla. “Soy católico, la vida solo la puede sacar aquél que la da, desde lo técnico y lo moral no me temblaría el pulso en aplicar la pena de muerte, no me asustaría aplicarla”, declaró.
“Es imperfecta y constitucionalmente inviable, pero si me tengo que sentar a discutirla no le saco el culo a la jeringa”, explicó acerca de su mirada Sergio Berni.
