Las autoridades sanitarias chinas confinaron a los 4 millones de habitantes de Lanzhou, la capital de la provincia de Gansu. El objetivo de la nueva cuarentena es frenar la expansión del Covid-19 en esa ciudad. A partir de esta mañana, el gobierno chino prohibió la circulación por la ciudad. Los habitantes solo pueden dejar sus hogares por emergencias o para realizar compras.

Los agentes de seguridad de Lanzhou están encargados de limitar la entrada y la salida de las zonas residenciales de la ciudad. Al salir de estas, los ciudadanos deben tomarse la temperatura. Además, se cerraron los locales de entretenimiento y actividades culturales, al mismo tiempo que la gran mayoría de los negocios. Solo se mantendrán abiertos los servicios considerados esenciales. 

Previamente, las autoridades de la ciudad ya habían prohibido la circulación de taxis y colectivos. Además, se interrumpió el recorrido de más de 70 trenes, incluyendo aquellos que iban a Beijing o Xi'an. Al mismo tiempo, se cancelaron todos los vuelos desde Lanzhou. Aún no se sabe cuándo la situación volverá a la normalidad. 

La impresionante medida llegó luego de la detección de apenas 29 contagios en la ciudad en cuestión. El gobierno chino está extremando las medidas de seguridad contra el Covid con la perspectiva de los Juegos Olímpicos de Invierno, planeados para febrero de 2022.