Una pequeña lengua de arena blanca rodeada de un mar de azules increíbles se convierte en el destino elegido para disfrutar del colorido mundo submarino, o sólo para dejarse estar bajo el sol.
Hacia el norte de República Dominicana se encuentra Puerto Plata, una provincia en donde los paisajes combinan el mar con las montañas, verdes valles, ríos y algunas de sus más hermosas playas.
Sin el nombre de otras playas famosas como Punta Cana o Samaná, el lugar alberga tal vez algunos de los rincones más espectaculares para entender el concepto de vivir en el Caribe.
Playa Punta Rucia
Se trata de una playa de arena blanca con aguas turquesa, coronada con increíbles vistas montañosas. Es deliciosamente tranquila para disfrutar del tiempo libre, bordeada de una pequeña selección de restaurantes y bares.
Cerca de allí se encuentra una tranquila y protegida laguna bordeada de manglares, ideal para la observación de aves.
Para describirla sólo hace falta decir que se ha convertido gracias a sus magníficas cualidades en uno de los pequeños paraísos de Puerto Plata. Entre las más destacadas se encuentran sus transparentes aguas, las cuales proceden de la bahía de la Isabela. Bien conocida por todos los dominicanos, alberga enormes asentamientos de corales, junto a una gran abundancia de diferentes especies marinas.
Sin el nombre de otras playas famosas como Punta Cana o Samaná, el lugar alberga tal vez algunos de los rincones más espectaculares para entender el concepto de vivir en el Caribe.
Entre las diferentes actividades que se pueden realizar en la playa destaca la práctica de deportes acuáticos como el buceo o el snorkeling, aunque también es un lugar magnífico para la práctica de deportes como el yoga o el tai-chi sobre su fina y blanca arena.
A lo largo de sus 16 km de costa, podrán encontrar una gama variada de establecimientos donde saborear los deliciosos platos típicos dominicanos o tomar un refrescante cóctel, con ron dominicano ¡por supuesto!
Además, la playa de Punta Rucia cuenta con una posición privilegiada, ya que cerca de allí se encuentra Cayo Arena, un banco de arena que mide sólo 60 x 25 metros y a menudo desaparece casi por completo por la tarde. Por lo tanto, el mejor momento para visitar la mini isla es entre las 8 de la mañana y las 13 hs.
Esta pequeña isla se encuentra en medio del brillante océano azul, con fina arena blanca y aguas poco profundas repletas de peces tropicales, ideal para snorkelers de cualquier nivel, o también para buzos.
