Tesla deberá pagarle casi 137 millones de dólares a un extrabajador negro por abusos racistas. El damnificado es Owen Diaz, un obrero que trabajó en la empresa de Elon Musk entre el 2015 y el 2016. Durante su tiempo en la compañía, debió soportar un "ambiente de trabajo hóstil", según dictaminó la justicia estadounidense.

De acuerdo a Diaz, los trabajadores negros de su planta debían enfrentarse regularmente a insultos racistas mientras trabajaban, y a grafitis del mismo tipo en los baños. Tesla peleó contra el veredicto, pero admitió que las prácticas de la empresa "no son perfectas". Según Diaz, los obreros se encontraban con escenas "salidas de la era de Jim Crow". Estas eran la serie de normativas que garantizaban el apartheid en los estados del sur del país norteamericano. Aparentemente, el trabajador que realizó la denuncia debió escuchar "diariamente" insultos como "¡Volvé a África!".

"Reconocemos que en el 2015 no éramos perfectos. Aún no lo somos. Pero recorrimos un largo camino de mejoras en los últimos 5 años". 

La corte dictaminó que Tesla no tomó acciones razonables para detener el abuso. La justicia estadounidense decidió que era necesario un pago de más de 130 millones de dólares por daños y perjuicios. Los abogados del trabajador que realizó la denuncia declararon que esperan que la multa genere cambios en la empresa.

Tesla, por su parte, rechazó la decisión de la justicia. La vicepresidenta de recursos humanos de la compañía, Valerie Capers, dijo en un comunicado: "Reconocemos que en el 2015 no éramos perfectos. Aún no lo somos. Pero recorrimos un largo camino de mejoras en los últimos 5 años". Para ella, el veredicto de la justicia es "injustificado".