Donald Trump solicitó ante un juez federal de Florida que Twitter le restaurase su cuenta personal. El pasado enero, el expresidente de Estados Unidos fue excluido de la red social después de que sus seguidores irrumpieran por la fuerza en el Capitolio de la nación, ante el riesgo de que siguiera incitando a la violencia.
Antes del asalto al Congreso, cuando se certificaba la victoria del demócrata Joe Biden, Trump enardeció a sus seguidores con un discurso en el que reiteraba las falsas afirmaciones de que su derrota electoral en noviembre se debió a un fraude generalizado.
En la presentación judicial, Trump argumenta que Twitter permitía a los talibanes tuitear con regularidad sobre sus victorias militares en Afganistán, pero lo censuró a él durante su presidencia etiquetando sus tuits como “información engañosa” o indicando que violaban las normas de la compañía contra la “glorificación de la violencia”.
Cuando anunció su candidatura a la presidencia en 2015, Trump tenía 2.98 millones de seguidores. La cifra aumentó a 13 millones cuando ganó la elección en noviembre del 2016. Antes de ser cerrada en enero, al expresidente lo seguían 88 millones de personas.
El magnate neoyorquino ha presentado ahora en Florida una solicitud de medida cautelar contra Twitter argumentando que la compañía de medios sociales fue “coaccionada” por miembros del Congreso de Estados Unidos para suspender su cuenta. Para los abogados del republicano, Twitter “ejerce un grado de poder y control sobre el discurso político en este país que es inconmensurable, históricamente sin precedentes y profundamente peligroso para el debate democrático abierto”.