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Salud

Qué es el glicocálix, el órgano poco conocido pero fundamental que está en todo nuestro cuerpo

Similar a una capa suave de terciopelo que cubre internamente todas las arterias y venas del cuerpo, el glicocálix endotelial es un órgano fundamental en nuestro cuerpo pero poco conocido. ¿Qué se sabe de él?

A diferencia de otros órganos, no se encuentra en ningún lugar específico del cuerpo sino que está en todas partes, en contacto directo con la sangre. En un adulto humano, pesa tanto como su cerebro -aproximadamente 1,4 kilogramos- y si se desplegara por completo, cubriría tres canchas de básquet. 

El glicocálix endotelial cubre desde las arterias y venas más grandes hasta los microcapilares (vasos sanguíneos) más diminutos. Tiene un grosor que oscila entre una milésima y una diez milésima parte de un milímetro (entre 0,1 y 1,0 micrómetros).

La existencia de este órgano fue confirmada en mamíferos poco antes de que el hombre llegara a la Luna. Sin embargo, aún no se ha investigado en profundidad.

¿Cuál es su función?

El glicocálix endotelial cumple diversas misiones de importancia crucial. En primer lugar, funciona como barrera selectiva dejando pasar solo ciertas moléculas desde la sangre hacia el resto del cuerpo y nos protege contra la pérdida de fluidos (edemas).

También sirve de capa lubricante para transportar los glóbulos rojos. En el caso de los microcapilares es especialmente importante, ya que su apertura puede ser menor que el tamaño del propio glóbulo rojo.

Además, previene la erosión de las paredes de las venas y las arterias y evita, en gran medida, que otras partículas que fluyen por la sangre se adhieran, provocando coágulos y obstrucciones. Por otra parte, mediante la captura de ciertas moléculas, controla la aparición de trombosis, inflamaciones y estrés oxidativo.

Otra función esencial del glicocálix es enviar información al exterior de las células que forman parte de las paredes de los vasos sanguíneos (endotelios), para que modifiquen su forma, tamaño y otras propiedades. Esto lo consigue a través de las fuerzas que ejerce la sangre sobre él. Además, interviene en la regulación del crecimiento y la migración de estas células endoteliales a lo largo del cuerpo.

¿Qué pasa si falta?

El papel vital del glicocálix se pone de manifiesto cuando este recubrimiento desaparece en parte o totalmente. Cuando esto sucede, la arteriosclerosis (acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro de las arterias y sobre sus paredes) se inicia rápidamente y las placas de ateroma bloquean con rapidez el paso de la sangre.

También se ha relacionado su pérdida con los ictus cerebrales, la hipertensión, la preeclampsia y las infecciones bacterianas más graves. Algunas bacterias producen toxinas que deterioran el glicocálix.

Por otro lado, el glicocálix juega un papel muy importante en el crecimiento y la migración de las células tumorales (metástasis), según estudios recientes.

Asimismo, indicios muy sólidos apuntan que muchas de las complicaciones que van apareciendo en el tiempo con la diabetes provienen del hecho de que la enfermedad deteriora significativamente el glicocálix de los microcapilares. Algunos ejemplos de ello son las lesiones oculares que pueden acabar en ceguera, lesiones en riñones, lesiones en los nervios y pequeños vasos que pueden conducir al pie diabético y a la gangrena.

Desconocido pero vital

A pesar de la importancia que reviste este órgano, 55 años después del descubrimiento de glicocálix en los mamíferos, sigue siendo un gran desconocido en muchos aspectos.

Hoy en día, existen lagunas de conocimiento muy importantes sobre su funcionamiento, al punto que se desconocen los mecanismos asociados a su enfermedad y cómo provoca disrupciones en el resto del cuerpo.

Conocer mejor cómo funciona el complejo glicocálix contribuiría a acelerar de manera sustancial los avances médicos.