El Gobierno acusó a Chile de “pretender apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina y de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos”. Lo hizo a través de un comunicado de Cancillería luego de un decreto del presidente Sebastián Piñera que fijó los límites de su territorio soberano en el Atlántico Sur.

“La medida intentada por Chile pretende apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina y de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos, espacio marítimo que forma parte del Patrimonio Común de la Humanidad de conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”, se señala en el escrito de Cancillería. “Esta medida pretende proyectar la plataforma continental al Este del meridiano 67º 16´ 0, lo cual claramente no condice con el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984”, añaden.

La citada pretensión chilena no es aceptable para la República Argentina y plantea una situación que corresponderá resolver a través del diálogo en defensa de los derechos argentinos", dice el comunicado.

"El límite exterior de la plataforma continental argentina en esta zona se refleja en la Ley Nacional 27.557, aprobada el 4 de agosto de 2020 por unanimidad en ambas Cámaras del Congreso de la Nación y promulgada por el Poder Ejecutivo el 24 de agosto de ese mismo año", aclara el comunicado.

“Consecuentemente, la citada pretensión chilena no es aceptable para la República Argentina y plantea una situación que corresponderá resolver a través del diálogo en defensa de los derechos argentinos; de acuerdo a la histórica hermandad de nuestros pueblos y el derecho internacional”, indica la nota de Cancillería, a cargo de Felipe Solá.

El antecedente

No es el primer conflicto entre las gestiones de Alberto Fernández y Sebastián Piñera. A comienzos de agosto, un error en un decreto de Fernández con directivas militares provocó un fuerte reclamo de Chile, donde se fijaba la llamada “Directiva de Política de Defensa Nacional”.

En concreto, en dicha normativa se indicaba que el Estrecho de Magallanes y al Mar de Hoces se consideraban como “espacios compartidos en los que resulta fundamental continuar fortaleciendo el estudio, la exploración y control conjunto”. Esto obligó al gobierno chileno a enviar una comunicación formal recordando que “el Estrecho de Magallanes, incluidas sus dos riberas, es territorio soberano chileno”. El gobierno argentino reconoció que se trató de un error y prometió enmendarlo.