Por Nacho Barrios
Belén Echeverría tiene 32 años, nació en Resistencia (Chaco) y es jugadora de básquet y capitana del equipo femenino de Obras que en los últimos días se consagró campeón del Torneo Federal Femenino, tras vencer a Berazategui en la final. La pívot le contó a Diario Con Vos cómo fue su sacrificado camino a la gloria deportiva.
"Sigo contenta y orgullosa por el equipo", destacó Belén tras el logro. Además, la referente del equipo habló de su rol en el vestuario: "Trato de acompañar a las más chicas. Llegar temprano, ser la última en irme y demostrar que hay que seguir entrenando".
"Previo a la pandemia yo daba clases en el colegio de Obras", contó Echeverría, profesora de educación física. La jugadora, de 1,74 metros de estatura, recordó que en 2020 decidió dejar todo para dedicarse de lleno a entrenar: "Creía que no me quedaba mucho tiempo y quería dedicarle mi cuerpo y plenitud a eso".
Me costaba mucho entrenar porque hacíamos doble turno, teníamos que picar una pelota y yo no lo podía hacer".
Por otra parte, revivió aquellos días de aislamiento estricto en los que se tuvo que preparar como atleta en un departamento en la localidad bonaerense de Caseros. "Fue duro. Me costaba mucho entrenar porque hacíamos doble turno, teníamos que picar una pelota y yo no lo podía hacer".
Belén recordó que no tenía pelota para entrenar: "Casa de herrero, cuchillo de palo –bromeó–. Una amiga me tuvo que mandar una y yo me había comprado otra. Pasé de no tener pelotas a tener un par en el departamento". Y confesó que tenía que poner toallas en el piso para poder rebotar la pelota y "no molestar a los vecinos del sexto piso". "También me ha tocado salir a la terraza a correr, hacer un trote o actividades que en el departamento obviamente no podía", dijo la capitana de Obras.
Sus orígenes como deportista y su futuro profesional
"Yo me fui de Resistencia hace 11 años. Si bien el tema de la pandemia fue difícil porque yo no podía ir y mi familia no podía venir, apenas se levantó todo lo primero que hice fue venirme para mi casa de Chaco –recordó–. Mi familia está acostumbrada a que no esté por el tema del deporte. Igual, obvio que se extraña". Pese a la distancia, ella siempre supo que su destino estaba signado por el deporte: "Desde los ochos años que supe que iba a jugar al básquet".
Belén sabe cómo va a seguir su vida tras el retiro: eligió la abogacía como su próximo desafío. "Apenas terminé el secundario, yo sabía que quería estudiar abogacía y comencé la carrera acá, en una universidad privada de Resistencia. Al tiempo se me dio poder ir a jugar a Buenos Aires y, por supuesto, no quería dejar de aprovechar esa oportunidad", detalló la atleta. Por último, contó que "que quiere aprovechar ahora que tiene tiempo para retomar esta asignatura pendiente". De cualquier manera, garantizó que su futuro está en Obras y que ya tiene puesta la cabeza en la Liga Nacional.
