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Columnistas

Eleanor cumple 55

Por Santiago “Gallo” Bluguermann

El 5 de agosto de 1966 The Beatles editaba Revolver y el mundo conocía a una enigmática mujer solitaria llena de preguntas. Esta es la historia detrás de Eleanor Rigby, 55 años después.

En el sótano de una vivienda ubicada en el número 57 de Wimpole Street, Paul McCartney insiste con un acorde en Mi menor en un piano vertical. Mientras la base se repite como un mantra, Paul ensaya distintas melodías por encima hasta dar con la justa. Al mismo tiempo, una frase aparece en su cabeza: picks up the rice in the church were a wedding has been (levanta el arroz en una iglesia donde hubo un casamiento). Y luego un nombre: Daisy Hawkins. El germen de Eleanor Rigby acababa de nacer.

La historia de las canciones de los Beatles está tan documentada (y contada) que el origen de las melodías, arreglos, letras y circunstancias alrededor de cada composición ha sido desmenuzada y confirmada al detalle. Sólo un puñado de temas aún manejan cierto grado de, llamémosle, controversia, dudas o discrepancias sobre quién compuso qué. Eleanor Rigby es una de ellas.

Desde el día de su origen hasta varios años después de la muerte de John Lennon la historia detrás de cómo surgió la célebre Eleanor se ha ido enredando en numerosos testimonios de gente que la vio nacer. Y ese recorrido, por más que resulte contradictorio y enredado, no hace más que aumentar la fascinación por el universo de cuatro genios al servicio de la música.

Sólo un puñado de temas de los Beatles aún manejan cierto grado de controversia, dudas o discrepancias sobre quién compuso qué. Eleanor Rigby es una de ellas.

La casa en donde Paul machacaba el piano era de la familia Asher, cuya hija Jane era su novia a mediados de los 60. El sótano hacía las veces de sala de música y McCartney solía sentarse ante las teclas para dejar fluir la inspiración. “Aquella frase del arroz y la iglesia cayó desde el fondo de mi consciencia, pero marcó el tono de todo el tema porque de pronto tenía que preguntarme: ¿qué significaba todo eso? Era una actitud rara, la mayoría de la gente deja el arroz tirado en el piso, a menos que sea alguien de limpieza. Entonces está la posibilidad de que ella fuera de la limpieza en una iglesia… ¿o se trata de algo un poco más conmovedor que eso? Quizás fuera una solterona de la parroquia que nunca se iba a casar… y eso fue lo que terminé eligiendo. Así se convirtió en una canción de gente sola”, detalló Paul en su libro Many Years From Now, coescrito junto a Barry Miles. Una linda punta para arrancar, pero aún había varias cosas por ajustar en la incipiente canción. Sin ir mas lejos, el nombre de la protagonista, Daisy Hawkins. Paul lo consideraba medio ramplón. “No sonaba lo suficientemente real. Podía hacerlo mejor. Estaba buscando un lindo nombre y que no sonara mal o raro. Tenía que sonar como el nombre de una persona pero con cierta distinción. Algo que fuera más evocativo…. siempre tuve esa idea que los nombres tenían que sonar bien. Si leés una novela, todos son James Turnbury y eso no suena real, así que estaba decidido a encontrar el  nombre correcto para esa canción y para la historia que contaba”.

Revolver, el último disco de los Beatles antes de abandonar las giras, se editó el 5 de agosto de 1966.

Y es en ese preciso lugar donde la historia comienza a abrirse en varias ramas… según quién la cuente y en qué época. Durante la filmación de Help!, la banda había trabajado con la actriz Eleanor Bron y ese nombre llamó la atención de Paul. “La conocíamos bastante bien, John tuvo algo con ella incluso… fue la primera vez que me involucré con el nombre”, contó McCartney. Pero no sería la única, aunque la explicación sonara convincente.

Lionel Bart, compositor y amigo, recuerda la aparición del nombre de otra manera: “estoy convencido de que él tomó ese nombre de una tumba de un cementerio cercano a Wimbledon Common por donde íbamos caminando. En una lápida estaba escrito Eleanor Bygraves y Paul pensó que encajaba bien en la canción. Después volvimos a mi oficina y me tocó el tema en un clavicordio”. Los caminos se bifurcan y todavía faltaba el apellido. Un paseo inocente sería la solución. Paul: “Vi el ´Rigby´ en un local de Bristol mientras caminaba por la ciudad una tarde. Me acuerdo que ya tenía el nombre Eleanor pero buscaba un apellido creíble. Estaba en Bristol para encontrarme con Jane Asher y de pronto veo un local llamado Rigby & Evens Ltd, Wine & Spirits Shippers justo frente al teatro donde Jane protagonizaba la obra The Happiest Days of Your Life. Pensé que era un apellido ordinario y era exactamente lo que quería. Así que Eleanor Rigby. ¡Se sentía tan bien! Entraba justo con la melodía y los acordes”.

¿Misterio resuelto? No. Aun quedaba otra variante más para aportar algo de confusión al origen del nombre. En el cementerio de Woolton, una tumba llevaba escrito en la piedra Eleanor Rigby. Cualquiera podría decir coincidencia, salvo porque el lugar estaba a pocos metros donde John y Paul se encontraron por primera vez en 1957. Si bien la existencia de la lápida fue descubierta recién en la década del 80, Paul no desacredita la versión: “o se trató de una completa coincidencia o fue mi subconsciente. Supongo que se trató de esto último porque solíamos dar vueltas con John por esas lápidas… era un sitio al que íbamos para tomar sol. ¿Es posible que la haya visto y haya quedado el nombre en mi subconsciente? No sé la respuesta. Coincidencia es sólo una palabra que dice que dos cosas coinciden. Tomamos eso como una explicación, pero sólo es una forma de definirlo, no explica por qué sucede eso, y probablemente haya razones más profundas que nuestros cerebros no pueden comprender”, cerró en corte metafísico.

“Vi el ´Rigby´ en un local de Bristol mientras caminaba por la ciudad una tarde. Ya tenía el nombre Eleanor pero buscaba un apellido creíble. Pensé que era un apellido ordinario y era exactamente lo que quería".

Cómo verán, ni los propios protagonistas cuentan la misma historia a lo largo del tiempo. Resuelto el nombre, el resto de la letra no tiene tantas certezas tampoco. Sobre todo en el rol de John Lennon a la hora de aportar su pluma, pese a que el tema como era costumbre iba firmado por los dos. A lo largo de los años, Lennon explicó su rol en Eleanor Rigby desde casi todos los ángulos. En 1972, en una entrevista con la revista Hit Parader, dijo haber compuesto el “70 por ciento de la letra”. En 1980 explicó que “Eleanor Rigby es el bebé de Paul, yo sólo me limité a educar al bebé”. En ese mismo año, en una extensa entrevista en Playboy, John explicó: “el primer verso es de Paul, el resto básicamente son míos. Paul tenía el argumento, lo de Eleanor Rigby en la iglesia con el arroz y todo eso. Sabía que tenía una canción pero necesitaba ayuda. Paul ni siquiera tenía la parte del “all the lonely people”. Estábamos sentados en el living junto a George (Harrison) y me levanté para ir al baño. De pronto escuché que alguien dijo la frase y yo grité: ´¡Es esa!´”. Robert Rodriguez, autor e historiador Beatle, analizó el manuscrito donde fue garabateada la letra original y sostiene que George Harrison fue el autor de la frase clave del tema: “ah, look at all the lonely people”.

En 1980 Lennon explicó que “Eleanor Rigby es el bebé de Paul, yo sólo me limité a educar al bebé”.

Paul, por su parte, recuerda también la reunión: “fui a la casa de John en Weybridge, nos sentamos todos juntos, nos reímos un rato, nos drogamos y la terminamos. Todo fluyó ahí”. John seguía sin ser mencionado como partícipe principal.

Pete Shotton, un buen amigo de la banda, estaba también esa noche y, para variar, recuerda la historia como un brainstorming donde todos tiraban frases que pudieran entrar en la canción. Según Shotton, Paul mostró la canción al resto de los Beatles (incluyendo a George, Ringo y sus respectivas mujeres) y les dijo: “tengo esta canción dando vueltas en la cabeza, pero no llegué demasiado lejos con ella”. Luego comenzó a cantar Eleanor Rigby y todos sumaron ideas a partir de allí. “Nos sentamos y empezamos a sugerir frases o palabras, alguna línea más o menos, todos opinábamos, salvo John, que curiosamente fue el que nos había sugerido apagar la televisión y que nos pusiéramos a tocar un poco”, detalló Shotton. La historia volvía a contradecirse.

El otro personaje célebre de la canción es el Padre McKenzie. Originalmente bautizado por Paul como Padre McCartney, no presentaba mayores objeciones por parte del resto pero Shotton sugirió que todos iban a pensar que se trataba del padre real de Paul. Y Paul no quería confusiones entonces había que cambiarlo. Tomaron la guía telefónica y buscaron entre los Mac algo hasta dar con el que encajara en la métrica. McKenzie. El cura tenía nombre. Pero el laberinto no terminaba ahí. El final de la canción también presentó discordia. Paul admitió no saber cómo cerrar el tema. El propio Shotton sugirió que Eleanor debía morir y el Padre McKenzie ser quien la entierre y así los dos solitarios de la letra se encontrarían al final pero a destiempo, tal como cierra la letra que quedó registrada en el álbum. John desacreditó la idea con marcada acidez, lo que terminó rompiendo el clima de la noche, llenó de bronca a Shotton e hizo que Paul guardara la guitarra. La velada concluyó ahí. Pero el derrotero de la letra siguió su rumbo. Algunas fuentes hablan de retoques de último minuto en el estudio mientras otras sostienen que todo concluyó en la casa de John. Lennon sostuvo en la entrevista en Playboy que Paul no la tenía terminada y que poco menos le revoleó la canción por la cabeza para que la terminara: “No me preguntó si podía hacer la letra, me ordenó que las hiciera… por supuesto no me iba a preguntar directamente y lo dijo en voz alta cuando yo estaba con Mal Evans y Neil Aspinall (road managers)”.

El otro personaje célebre de la canción es el Padre McKenzie. Originalmente bautizado por Paul como Padre McCartney, no presentaba mayores objeciones por parte del resto, pero Shotton sugirió que todos iban a pensar que se trataba del padre real de Paul.

La polémica interminable era tal que hasta el propio George Martin, productor celebre de los Fab Four, tuvo que entrar a zanjar la discusión: “yo siempre asumí que era una canción de Paul. De hecho recuerdo que durante la grabación aún le faltaban algunas partes de la letra e iba por el estudio preguntando qué podía poner aquí y allá y tanto Mal Evans como Neil Aspinall y yo colaboramos. Fueron cosas muy pequeñas. Era algo bastante común en esa época”, explicó a la revista Hit Parader en 1971. Pero el nombre de John no aparecía como autor una vez más. En 1985, en el libro de Hunter Davies The Beatles: The Authorized Biography, Paul volvía a la carga: “vi en algún lado que John dijo haber ayudado en Eleanor Rigby; lo hizo ¡en media frase!” Barry Miles, co-autor de Many Years From Now, arrima otra explicación: “pareciera ser que John quedó arrinconado en esa explicación y no encontró otra forma de salvar la cuestión. Probablemente no haya otra composición en la que John Lennon haya colaborado menos”.

Con todo su misterio a cuestas, Eleanor Rigby sería grabada oficialmente junto a un octecto de cuerdas arreglado por George Martin en los estudios EMI en tres sesiones diferentes. Las dos primeras, el 28 y 29 de abril, y la última el 6 de junio. Todo en 1966. En total fueron 14 tomas. La canción que formó parte del célebre Revolver, el séptimo y último disco de Los Beatles antes de abandonar las giras para siempre, que se editó el 5 de agosto. 55 años después, Eleanor Rigby sigue sonando tan encantadoramente inquietante como la historia que oculta detrás.