Nuevas escenas de violencia se desataron en Colombia, con dos muertos y casi 30 heridos, en otra jornada de protestas, a horas de la llegada de una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Anoche, por segunda noche consecutiva, la Policía y la fuerza antidisturbios Esmad se desplegaron en las calles de Cali -uno de los epicentros de las protestas que movilizan al país hace más de un mes- para levantar los bloqueos, como reclama diariamente el presidente Iván Duque.

La avanzada policial terminó nuevamente en represión y choques con los manifestantes, que son mayormente jóvenes, que se niegan a abandonar los piquetes, a los que consideran como una de sus principales herramientas de presión frente al Gobierno.

El ministro de Defensa, Diego Molano, uno de los miembros del gabinete de Duque más cuestionados por la oposición y los manifestantes, rechazó en su cuenta de Twitter "la violencia que dejó cuatro policías heridos, uno de ellos con arma de fuego" y divulgó un video en el que parece verse a civiles disparando desde las barricadas contra los uniformados.

Con diálogo pero sin acuerdo

Con este contexto de violencia de fondo y con nuevas movilizaciones convocadas para la próxima semana en varias ciudades del país, el Comité Nacional del Paro -la plataforma de organizaciones y sindicatos que convocó las protestas originalmente- y el Gobierno deben volver a sentarse a dialogar mañana.

El diálogo se mantiene de forma intermitente pero nunca llegó siquiera a alcanzar el preacuerdo que reclama el Comité y los manifestantes, para garantizar el derecho a movilizarse en las calles sin los niveles de represión que se vieron en las últimas cinco semanas.

Ayer, las negociaciones se empantanaron nuevamente y la reunión terminó sin la firma del preacuerdo que reclamaba el comité y que, según afirmó este último, ya habían acordado a finales de mayo.

La CIDH

La llegada de la CIDH es reclamada desde varios sectores, que insisten en denunciar abusos y excesos de la Policía, sobre todo del Esmad. Esas organizaciones cifran en más de 60 los muertos por la represión a las movilizaciones y los cortes, y advierten que existen miles de heridos y más de 100 personas desaparecidas.

Pero desde el Gobierno siguen insistiendo en que el estancamiento del diálogo es responsabilidad del Comité y de las protestas.

Desde el Comité defienden los piquetes como una forma legítima de protesta, pero frente al Gobierno aclaran que como ellos no instalaron los bloqueos, no pueden levantarlos todos dando simplemente una orden.