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Columnistas

Mala Fama y las consecuencias de la viralización

Mala Fama

Por Feminacida

El cantante de Mala Fama, Hernán Coronel, fue filmado en un almuerzo en el que acariciaba a su nieta por debajo de la remera. Cuando el representante de la instagrammer “La Chabona” publicó el video en sus redes generó un fuerte repudio contra Coronel y se lo acusó de estar abusando de la niña.

Desde entonces, las imágenes no pararon de viralizarse y acumular miles de vistas, llegando incluso a los medios de comunicación. Pero, más allá de la indignación y la intención de ayudar, ¿en qué contribuye esta práctica? ¿Por qué es importante detenernos a pensar en sus consecuencias? 

¿Qué es el ASI?

El abuso sexual en la infancia (ASI) o abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes incluye los contactos e interacciones entre unx niñx y una persona adulta, cuando el adulto agresor lo usa para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona, según detalla un manual de UNICEF sobre comunicación, infancia y adolescencia.

Esto implica prácticas como tocamientos, manoseos, violaciones, explotación o utilización en pornografía. La persona que abusa se apoya en un vínculo previo de amor, confianza o dependencia y que es asimétrico. 

En Argentina, desde la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño y su jerarquía constitucional a partir de la reforma de 1994, se lograron importantes avances en la protección de la niñez y la adolescencia. Entre los más relevantes, la Ley Nacional de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Nº 26.061) fue sancionada en 2005 para regular la convención. Allí se establece como objeto garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos derechos reconocidos en la constitución nacional y en los tratados internacionales. 

Según datos publicados por el Programa Nacional Las Víctimas contra las Violencias, entre el 1 de octubre del 2019 y el 30 de septiembre del 2020 se atendió a 10.043 niñxs y adolescentes que sufrieron violencia familiar y/o sexual. Los datos reflejan que desde el inicio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) los llamados a la línea incrementaron en un 48 por ciento respecto del período comprendido entre octubre del 2019 y el 19 de marzo del 2020. A este cuadro se suma que hasta antes de la pandemia, las escuelas funcionaban como espacios donde se detectaban estas situaciones. Ahora, muchas de las niñeces están conviviendo con sus abusadores.

En lo relativo a la violencia sexual, los agresores pertenecen al género masculino en un porcentaje del 83,3 sobre el total y el 80,5 por ciento de las niñas, niños y adolescentes fueron violentadxs por un familiar o conocido: padre, padrastro, abuelo y  tío.

Cuando unx niñx queda rehén del algoritmo

Si bien la velocidad de las redes sociales parece no dar tregua para la reflexión, es importante detenernos a pensar en las implicancias de viralizar una imagen en la que aparece unx niñx. Tal es el caso del video de Hernán Coronel y su nieta, en el que se muestra una situación aparentemente de abuso y no es posible reponer el contexto ni la voz de la niña. A pesar de esto, cientos de usuarios decidieron compartirlo desde la indignación, sin reparar en la importancia de tapar su rostro para preservar su identidad.

Infancias
Foto: Victoria Eger

Incluso en el caso en el que la evidencia fuera contundente, ¿qué sucede con la publicación y multiplicación masiva de estos contenidos? Más allá de las buenas intenciones, preguntarse cómo, para qué y qué riesgos supone difundir este video en internet es una buena manera de evitar no caer en la vieja y conocida receta de generar clicks. La viralización de imágenes o videos es una práctica revictimizante que vuelve a exponer al niñx una y otra vez a la situación de abuso. Incluso la decisión de “visibilizar” genera inevitablemente que una niña quede expuesta frente a millones de personas. ¿Alguien se preguntó qué pasó con ella luego del video?

Tal como suele suceder en estos casos, con el paso de los días el pico de la noticia y el repudio colectivo parece desvanecerse, y el hecho vuelve a perderse en la vorágine de la cotidianidad. Lo que sí sabemos con seguridad es que la vida de esa niña quedó rehén de los algoritmos, y su identidad seguirá registrada en Internet, con los riesgos que eso implica.

Una mirada interseccional

A raíz de algunos discursos que circularon, este caso también funciona como un disparador para insistir con que el abuso sexual en la infancia es una práctica que sucede en todos los estratos sociales. Si bien mucho se habló de que “esto pasa todo el tiempo en los barrios humildes”, no existe evidencia que respalde este tipo de teorías. Ni el abuso, el acoso u otras violencias contra lxs niñxs tienen relación directa, ni mucho menos exclusiva, con los sectores populares.

Romper con este estigma también nos permite repensar por qué el cantante de Mala Fama fue rápidamente condenado en las redes sociales, y no así otrxs famosxs que, por ejemplo, se muestran besando en la boca a sus hijxs. ¿Qué marca la diferencia? ¿La zona del cuerpo? ¿O también influyen los prejuicios y las clases sociales?

Hacia la construcción de relatos libres de violencias

Según UNICEF, filmar a un niño, niña, niñe o adolescente en una situación de víctima es dañar su dignidad y puede traer grandes secuelas en el futuro, ya que estas imágenes probablemente sean imborrables. Por eso, pensar por fuera de la velocidad de un click no es solo una acción responsable, sino un deber para prevenir y proteger a una persona en situación de violencia. 

https://www.instagram.com/p/CO9RcLujJdg/

La Educación Sexual Integral (ESI) es otra herramienta aliada para construir un relato diario de prevención de violencias; una hoja de ruta que, entre muchas otras aristas, habilita espacios para que niñxs y adolescentes manifiesten cómo se sienten, para que expresen incomodidades o sensaciones sobre sus experiencias. La ESI es un vehículo de los derechos que también permite reconocer violencias. Pero no se trata solo de trabajarla con las infancias y adolescencias, sino también con sus familias, las instituciones y, por supuesto, los medios de comunicación.

Ante casos de abuso ya consumados, a pesar de las conocidas deficiencias de la justicia, es fundamental acudir a las herramientas y dispositivos públicos desarrollados especialmente para intervenir en estas situaciones. La proliferación de una imagen solo contribuye al morbo colectivo y a la revictimización de esx niñx que, además, queda desprotegidx sin la contención de un equipo que pueda abordar el hecho en profundidad. No hay dudas: la viralización no protege a lxs niñxs y adolescentes en casos de abuso.

Para tomar nota

Hay números telefónicos gratuitos que funcionan en el territorio nacional las 24hs, todos los días del año: la línea 137 en la Ciudad de Buenos Aires y el 0800-222-1717 en el resto del territorio nacional (ambos forman parte del Programa Las Víctimas contra las Violencias del Ministerio de Justicia de la Nación).

Por otro lado, la línea 102 de atención gratuita y confidencial a niñas, niños y adolescentes en ciudad y provincia de Buenos Aires, Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, San Juan, Neuquén, Mendoza y Córdoba. 

Quienes se encuentren en situación de violencia o quisieran consultar para ayudar o asesorarse sobre cómo proceder, pueden comunicarse vía WhatsApp (11-2771-6463, 11-2775-9047 y 11-2775-9048), por correo electrónico escribiendo a [email protected] o por teléfono a través de la Línea 144. En caso de escuchar una situación de violencia, no dudes en llamar al *911 o *101 según el lugar de residencia.

Las salidas para realizar denuncias están habilitadas durante la emergencia sanitaria. En ese caso, dirigirse a las comisarías, a la Comisaría de la Mujer, a las fiscalías penales o unidades fiscales específicas para delitos contra la integridad sexual, juzgados penales y de familia, asesorías o a la Defensoría de Menores.

Las organizaciones que brindan información y asesoría son: Mundanas – Agrupación Feminista en su página web mundanas.org.ar; y CePASI, Centro de Atención y Prevención del Abuso Sexual en la Infancia y Adolescencia a través de su correo [email protected]