Un panel internacional, armado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyó que los errores en que incurrieron diversos países, y la misma OMS, generaron que la pandemia resulte incontenible.
El grupo que redactó el informe fue dirigido por Hellen Clark, exprimera ministra de Nueva Zelanda, y Ellen Johnson Sirleaf, expresidente de Liberia. Este panel pasó los últimos ocho meses analizando la respuesta a la pandemia a nivel internacional, tanto de los países como de las organizaciones internacionales. Hoy, dieron a conocer sus conclusiones. Además, incluyeron una serie de recomendaciones para evitar que esto vuelva a pasar. El informe se titula: "COVID-19: que sea la última pandemia".
"El fracaso ante este virus, que ya causó más de 3,3 millones de muertes, se debe a muchísimas fallas" explicó Sirleaf en la presentación del informe. "Faltó aprender del pasado. Muchos expertos advirtieron que una pandemia era inminente, y que los países debían prepararse. Sin embargo, aquí estamos" dijo la copresidente del Panel Independiente de Preparación y Respuesta a la Pandemia.
"Nuestro informe -siguió Sirleaf- muestra que la mayoría de los países no habían fortalecido sus sistemas ni invertido lo suficiente en recursos humanos y materiales. Los sistemas que debían validar y responder a la alerta que llegó desde Wuhan fueron demasiado lentos. No actuaron lo suficientemente rápido para enfrentar a un patógeno respiratorio".
Clark, por su parte, también realizó declaraciones: "Los procedimientos y regulaciones de la OMS no sirven para enfrentar una pandemia de estas proporciones. Creemos que la emergencia internacional podría haberse declarado el 22 de enero". La política neozelandesa agregó: "Febrero fue una oportunidad perdida, porque numerosos países prefirieron 'esperar y ver'. Algunos, hasta que no se llenaron las camas de UTI no actuaron, y para ese momento ya era tarde. La lucha por los equipos de protección personal y recursos terapéuticos, fue como en el juego 'el ganador se lleva todo', y las infecciones y muertes se dispararon".
Las propuestas del informe
El informe divide sus propuestas en dos. Por un lado, las inmediatas, pensadas para enfrentar la situación mundial hoy. Por el otro, proponen una serie de transformaciones para prevenir nuevas pandemias en el futuro.
Entre sus reclamos inmediatos, el informe pide:
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- Los países con altos ingresos y suficientes vacunas deben proveerle a los 92 países con ingresos medios o bajos al menos mil millones de vacunas antes del primero de septiembre de este año, y más de dos mil millones para mediados del 2022.
- Los países del G7 deben comprometerse a proveer el 60% de los 19 mil millones de dólares necesarios para producir vacunas, herramientas diagnósticas, y terapeúticas para fortalecer los sistemas de salud. El resto del dinero lo deberían aportar los países del G20 y otros con altos ingresos.
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La Organización Mundial del Comercio (OMC) y la OMS deben convocar a los mayores productores de vacunas a acordar traspasos voluntarios de las patentes y la tecnología necesaria para producir vacunas. Si esto no sucediera en los próximos tres meses, se deberían suspender inmediatamente las patentes de las vacunas contra el Covid.
Sus propuestas al largo plazo son las siguientes:
- Fortalecer los liderazgos y mejorar la coordinación a nivel nacional, regional e internacional. Esto debe incluir una OMS más independiente y enfocada.
- Invertir en prepararse ahora, y no cuando llegue la siguiente crisis. Mediciones más precisas al respecto y mecanismos capaces de generar acciones en este sentido.
- Un mejor sistema de vigilancia y alerta. Es necesario que alcance una velocidad capaz de combatir virus como el que causa el Covid 19.
- Una plataforma prenegociada capaz de producir vacunas, herramientas de diagnóstico y tratamiento y suministros para asegurar su distribución rápida y equitativa.
- Acceso a recursos financieros que permitan un nivel alto de preparación contra pandemias, y la posibilidad de invertir fondos apenas se conozca el potencial de una nueva pandemia.
