Tras conocerse las modificaciones a la resucitada Ley Ómnibus y el paquete fiscal que el Gobierno pretende impulsar en el Congreso, Gustavo Sáenz denunció la quita del capítulo que modificaba los Impuestos Internos al Tabaco. Conforme señaló el gobernador de Salta, el capítulo en cuestión le hubiese quitado la ventaja impositiva a la Tabacalera Sarandí, ante cuyas maniobras de lobby cedieron Milei y una serie de legisladores.
“Un grupo de diputados que desconoce el interior argentino y sus economías regionales, junto a otro que se arroga espuriamente la representación del Sector Tabacalero, torcieron el brazo del Gobierno que dice combatir la ‘casta’. Sacaron del Capítulo Fiscal la modificación de Impuestos Internos al Tabaco, que iba a terminar con el privilegio de una sola empresa”, denuncio Sáenz anoche.
El mandatario se refirió así a la Tabacalera Sarandí, perteneciente a Pablo Otero o “el Señor del Tabaco”, y la calificó como “una empresa que se autopercibe Pyme pero factura más de 800 millones de dólares; que se dice nacional pero no compra ni un kilo de tabaco argentino porque importa de Brasil por más de 40 millones de dólares al año; que opera desde 2018 sin pagar el Impuesto Interno Mínimo y gracias a eso vende muy por debajo del precio de sus competidores”.
Meses atrás, el propio presidente había acusado a la empresa de hacer lobby en el Congreso para que no se modificara el marco impositivo del Tabaco, gracias al cual Sarandí paga menos impuestos que las otras tabacaleras. Sin embargo, en las últimas horas, el propio Milei dio marcha atrás y retiró el capítulo sobre el tema del nuevo proyecto. Además, varios legisladores se habían pronunciado enfáticamente a favor de la compañía y en contra de dicho capítulo.
Entre ellos se contaron el jefe del PRO, Cristian Ritondo; Diego Santilli; el extitular de AFIP, Carlos Castagneto; y Carlos Zapata, de La Libertad Avanza. Su aprobación del proyecto dependía, en parte, de la quita del capítulo sobre el tabaco.
“El precio de esta prebenda lo pagan las provincias tabacaleras del norte, que han sufrido una pérdida acumulada de más de 700 millones de dólares en concepto de menor recaudación del Fondo Especial del Tabaco, afectando a una economía regional que mantiene a más de 200 mil personas y exporta el 80% de su producción”, apuntó Sáenz.
“Pero también”, agregó, “lo pagan los argentinos, a través de un costo anual de 1 billón de dólares que se dejan de recaudar en concepto de Impuestos Internos, coparticipables entre las 24 jurisdicciones de nuestro país y el Tesoro Nacional. Para entender la dimensión del daño al erario público nacional y provincial: por este privilegio de una empresa se pierde el equivalente a 1 millón de jubilaciones mínimas al año, en un momento en el que se le pide a los ciudadanos y a las provincias que hagan un esfuerzo histórico para equilibrar las cuentas públicas”.
Y remató: “Señor presidente, las provincias del Norte, y todos los ciudadanos del resto del país, le pedimos que no claudique ante las presiones e intereses que Usted mismo ha atacado en público. No se deje ganar por el Señor Tabaco”.
