Luego de más de cuatro meses de vigencia del DNU que desreguló la economía y liberó los precios, Luis Caputo salió a decir, en un hecho insólito, que las prepagas le declararon "la guerra a la clase media" tras las medidas que él mismo impulsó. Desde el sector, que ya acumula más de un 130% de aumento en lo que va del año, le respondieron y solicitaron un encuentro.

En un comunicado, las entidades de medicina prepaga nucleadas en las cámaras Cimara, Ademp y Cempra negaron ser "formadoras de precios" y anunciaron que pedirán una audiencia con Luis Caputo para "acercarle toda la información con la que se cuenta y que explica -entre otras situaciones- el desfinanciamiento al que fue sometido el sector durante años”.

Además, los empresarios aseguraron que "pretenden no polemizar a través de los medios sino, por el contrario, abrir una mesa de trabajo y debate que le permita al gobierno comprender la real situación del sistema de salud privado". Por otro lado, manifestaron ser "conscientes" y sentir preocupación sobre el aumento de las cuotas que ellos mismos impulsaron.

“Estamos seguros de que con un diálogo responsable y transparente se podrá llegar a acuerdos que contemplen la necesidad de todos los actores. El sector está dispuesto a acompañar -dentro de las reales posibilidades- los esfuerzos del gobierno por resolver los problemas de fondo de nuestro país”, escribieron los empresarios de la medicina prepaga. También negaron que haya habido una reunión reciente con representantes del Gobierno, como había afirmado Caputo en las últimas horas.

"Las prepagas le están declarando la guerra a la clase media", escribió el ministro de Economía ayer por la tarde y agregó que "desde el gobierno, vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para defender a la clase media". El tuit levantó una oleada de reacciones, muchas de ellas desde la indignación por haber sido el propio ministro uno de los principales impulsores del plan de desregulación y liberación total de precios.

En los primeros cuatro meses de este año, las prepagas aumentaron entre un 135% y un 165%, superando al porcentaje de incremento de todo el 2023. Para mayo, algunas empresas ya anunciaron nuevas subas, que rondarán el 10%.

En muchos casos, las compañías se excusaron apuntando a que sus precios estaban atrasados por el anterior sistema de aumentos, que implicaba que sólo podían subir en un porcentaje dado por un índice que aplicaba la Superintendencia de Servicios de Salud. En contraste, los ingresos de los jubilados estuvieron congelados los dos primeros meses del año y los aumentos anunciados recientemente no alcanzan para recomponer su poder adquisitivo.